Hoy un homenaje, una dedicatoria a tantas, y tantas mujeres que han sufrido y sufren violaciones, maltratos, humillaciones, y silencios formados, tantos, silencios. Una carta a su cuerpo, secuelas del maltrato en él, algo con lo que tienen que lidiar toda su vida, dolores y quebrantos por lo sucedido, no todas pueden ni tienen la capacidad de salir de ello, y de poder curarse, y quedan... así quedan. Doloridas... de por vida. CARTA POÉTICA DE UNA MUJER VIOLADA, NO RESPETADA . Aún eres mi santuario sagrado, no lo supe hasta cuando ya mi madurez y experiencia se afianzo en el conocimiento, a través de vivir-lo ensamblado en mis carnes. Sabiendo que solo tengo un cuerpo, y que te he de cuidar. Cuanto aguantaste y te pido perdón, caricias renegadas por paternidad fría, pero sí, amada, ahora lo se, cada uno lo hace como sabe y sobre todo enseñaron, esencias que no germinaron, y en ello apagadas. Perdón por callar una violación dentro de mi pureza, casi ni
Entra en un mundo real. La otra realidad.