Los triunfos son halagüeños,
aún en el tiempo se consigan,
depende del coste del logro,
se puede hacer armónico sin altibajos,
ni subidas de adrenalina,
simplemente se logró,
y en ese conseguir un nuevo comienzo,
qué está en nosotros ir mejorando para que el futuro,
sea mucho mejor después de trabas,
dificultades, obstáculos y des-armonía por diferentes circunstancias.
A veces, cuesta tanto llegar hasta donde uno llega,
qué puedes llegar exhausto.
Y entonces, sólo te queda descansar,
y abrirte a la serenidad más profunda observando el punto dónde ahora estas,
para proseguir, pues la vida no se para.
A veces, el camino, lo ocurrido puede ser agotador,
merecedor de un soporte extra de energía intentando mantenerte en pie.
Y, después, qué.
Seguir con las bases imprescindibles e ineludibles qué la vida, la existencia, el destino nos ha entregado.
Por Montse Cobas.
Cuánto Somos y Podemos.
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