🙇
Adelantarse a las posibles consecuencias de nuestras decisiones o actos, nos da pie a ser previsores de ellas, evitarlo, o disminuir su impacto muchas veces abrupto, al no haberlo previsto o esperado.
Parece ser qué esta en declive pensar, reflexionar y ver qué puede suceder ante una decisión que vayamos a tomar o un hecho qué nos pueda influenciar en contra nuestra o de otros. También ni qué decir tiene que puede ir estupendamente, pero en este caso estamos comentando sobre el hecho de prever infortunios o resultados adversos.
Al no pensar....Es cómo tirarse al mar desde un puente sin saber nadar y sin flotador.
Si sabes qué no sabes nadar y qué has de saltar de un puente o qué cabe dicha posibilidad, qué mínimo llevar un flotador o chaleco salvavidas, además de otras posibilidades qué te puedan ayudar a mantenerte a flote por un tiempo además incluso de poder mantener tu vida convenientemente, en vez, de ahogarse al instante. Y si se aprende a nadar mejor. 😊
Sí ya sabemos qué en muchas ocasiones nos suceden situaciones no previstas, pero todo lo qué sea saber en cuanto a bienestar, fortalecimiento, o desarrollo de vida, conocer, es estar preparados y posibilitar a no ser engañados por ejemplo, sabiendo, ante circunstancias imprevistas, qué hacer, evitando daños mayores o evitándolos sin más.
La anterior peculiaridad personal, el adelantarse, reflexionar, pensar, sin dar vueltas excesivas mentales, miedos y demás, sino una reflexión abierta y clara, puntual, para mi manera de ver, es oportuna y no es pensar más de la cuenta cómo he podido escuchar en alguna ocasión, es ser responsables de lo qué generamos ya sea mediante nuestros pensamientos y actos y más sí pueden influir a personas externas a nosotros qué le pueden alterar visiblemente sus vidas además de su estado personal.
A veces dónde más ocurre, es en los temas amorosos, por el enamoramiento por el amor qué se siente no se piensa, confiando, con serias consecuencias, qué deberán asimilar y responsabilizarse, sobreponiéndose con el tiempo sí va cómo no es deseado.
Se debe conocer bien, antes de decidirse a dar pasos importantes, cómo por ejemplo intimar o convivir. Conociendo se puede evitar, sorpresas, circunstancias nada agradables para la persona, qué no necesariamente es importante conocer.
Siempre la intuición, los gestos, lo qué se ve a simple vista, entorno, características y qué no queremos o no podemos ver, avisan.
El qué piensa, observa, acciona, evita. El qué no piensa y no se fija se expone completamente.
Namasté.
Comentarios