Ven y arrincónate en mi, en unas grandes manos de protección divina, qué sólo puede ocasionar la divinidad en la cuál estamos integrados. Ven y siéntete en paz, esa qué sólo te puede dar ella, en su consciencia. Ven y siente lo grande de la creación de la cuál formamos parte. Ven y amate, relajados en ella, por un periodo, en este momento, en este instante. Ven y siéntete protegido , en paz, restaurado, bien, eternamente bien. En este momento, en este instante, ven, y sé en la divinidad de la cuál formas parte. Por Montse Cobas.
Entra en un mundo real. La otra realidad.