O día hermoso, nubes en el cielo qué se disipan,
acompañada con la naturaleza, mi ser resplandece y se relaja,
medito y voy al encuentro,
del mundo qué no se ve sin embargo se encuentra,
estás, tú, yo, todos.
Relajada y en armonía, alegre pero neutral,
veo lo qué se halla, y empiezo a armonizar,
los arboles y su frondoso cuerpo me acompañan,
la brisa del viento, todos juntos.
Toda energía contraria a lo debido se va disipando, aún cuesta, desequilibrio aumentado,
por lo dado, y seguimos con el servicio,
a nuestro grupo se nos une, dos abejas,
incorporándose muy cerquita,
su aleteo me ayuda con el trabajo,
la vibración aporta facilidad al desbloqueo y depuración,
no hay miedo, sólo compañía, muy acompañada.
Es con su ruido. Sigue la tranquilidad, entendiendo,
qué todo es ayuda, y qué viene el bienestar,
ese qué en ese momento se da.
Es el aleteo de la abeja, dos, alrededor de mi cabeza,
lo que aúna la limpieza, la transformación, y el ambiente cambia,
pues al liberar de la esencia lo intoxicado, lo físico resplandece,
aún sea por un tiempo, no se densa, no se endurece, no entorpece,
y así se percibe... la tranquilidad inmensa, el cielo azul brillante,
los pájaros tranquilos, su cantar alegra el mundo, sincroniza.
Ese,
dónde , tú, yo, todos estamos, inconscientes de la realidad,
y de lo que en verdad sucede, pero la madre naturaleza señala y avisa,
cuándo algo está por suceder, cuándo algo anda mal, con su silencio inmenso, sus colores cambian, algo sucede, pero cuando nos juntamos para una misma vibración y sentir de sanación, evitamos lo inimaginable, no dejamos qué avance, es el aleteo de la abeja, ha llegado para ayudar, esa ayuda qué todos podemos dar, es la serenidad, la calma, el amor intrínseco desconocido, qué se siente, en armonía y paz, todo se resalta, se sana, y vibra, vibra tan suavemente, qué libera, poco a poco, dejándose ver en otra estancia, en otra calma, la qué da la sanación interna para mejorar un mundo entero, permitir qué esté sane, desde tu, desde yo, desde el medio natural, todo unido, esta.
El aleteo llego para cooperar, así cómo todos lo hacemos directa o indirectamente, es el medio, es el Dios qué habita en cada uno de nosotros, de servicio.
Servicio a la Humanidad.
Evitando su muerte, su auto destrucción.
Vida, misma, da.
El aleteo de la abeja, llego, aquí estoy, estamos, vamos, más allá, más fuerza, más equilibrio, más sanación, tanto qué se necesita.
Por Montse Cobas.
La construcción.
Del Cielo, en el Cielo.
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