Recuerdo aquellos tiempos en los cuales era niña, era todo bastante diferente, estábamos bajo la atención y educación de nuestros padres y escuelas, teníamos momentos de silencio, en los cuáles sentíamos esa ternura interna qué se instaurába en nosotros por momentos, ingenuos y des conocedores de la vida en sí. Silencio qué muchas veces no era tal, se podía escuchar la radio qué hacia eco a través de los patios, la inolvidable ya olvidando telenovela, Lucecita, entre otras, no la seguíamos pero a veces era obligación pues se escuchaba dentro de la casa, los niños jugando, los voceríos de las personas, sintiendo cuándo verdaderamente se daba el silencio la tranquilidad a través del ambiente de la esencia, ahora ya hasta eso cambio. En el aspecto de la vecindad ya ni se escucha, y la esencia ...esa transmisión vía wifi, creó qué puede ser eso, qué a veces es tan potente qué incómoda, apagando, quizás a la gente. Y a veces, pienso, mereció la pena tanto avance, cuándo la gente no
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