Tú sabes, yo sé, y en ese saber lo idóneo sería aunarnos, ayudarnos, apoyarnos, juntando el conocimiento haciéndolo mayor, grande, para una gran y buena existencia, en pleno y mayor bienestar, pero en ésta también hemos de discernir, con quién sí, y con quién no, priorizando, y seleccionado, porque en ello va nuestro pleno éxito, el común, en unidad, fraternidad, y amor, ese sentimiento intrínseco qué se encuentra ahí despacito, cómo si tal cosa, escondido, por todo el daño sufrido.
Y ahora llego la hora, en pleno apogeo de saber, y discernir, hacia dónde....
Cómo, y con quién, aún sea solos, porque habrá lugares a los qué nadie nos podrá acompañar, sabiendo disfrutar de la buena compañía cuándo dispongamos de ella. Es, el momento. De hacerlo, antes de qué sea demasiado tarde. No hay arrepentimientos para quiénes saben cómo obrar a tiempo. Encontrando el verdadero encuentro. Sutil e intenso, para siempre. Porqué se eterniza. Los buenos y grandes momentos, intensos.
La Verdad del Amor.
Qué siempre queda aún hayamos sufrido por ello.
Esa es la Gran Diferencia.
Amar, verdaderamente.
Comentarios