Es la Luna y el viento, los que esperan a través del tiempo, un empuje, un acercamiento. Venus va a su encuentro, almas gemelas que se encuentran, una detrás de otra, y así se ven, se aman, cómo nunca, un único fin el del desencuentro pasado, ahora encuentro, total, sabiéndose el amor de antaño, esperando, desde el silencio, tanto tiempo, ese que no se ve, pero se siente, formaciones interestelares qué se acompañan, están, estarán por siempre. La Unión emancipada. Ya sin soledad entre ambos. Un acompañamiento, energías reciprocas que se ayudan, ayudarán. Por Montse Cobas.
Entra en un mundo real. La otra realidad.