Y cerraras los ojos, y verás, en sus brazos, que el tiempo pasado, qué melancolía... Y los abrirás, y la miraras, y le cantaras en silencio, mientras ella esté, es su silencio, es su respeto, lo que te atrae, ves, qué no es igual, y la miras, y callas, sin embargo cuánto la extrañas, es Tu amada, la determinada, no lo sabes, hasta que un día aciertas a hacerlo, lo ves, y te preguntas, ¿quizás es, ya, tarde? y el tiempo pasa, y el espacio vuela, y tu te avanzas, mientras tanto, ella tambien, por caminos diferentes, pero, divergentes, y pasa, pasa, y se avanza, siempre se hace, y coge ventaja, o la coges Tú, para que al final, ambos os encontréis, y en un abrazo inmenso, podáis ver, en un instante, el acumulo de lo guardado, de lo que es vuestro, lleno, vuestro, vuestro amor, y mientras tanto, se hace tiempo, se hace espacio, quedando atrás, sin conocimiento. Perdido, y ya nunca hallado. Es, lo que tiene, el miramiento, el deseo, sin rea