En este momento de calma substancial, qué se siente, se aminora, se percibe, y se transforma toda emoción desde la calma, desde el alma, amándonos y siendo bondadosos, sé siente muy intrínsecamente. Profundamente, ya la pena no fluye, pues esta calmada y entendida, inexistente, no se pasa por el proceso cómo si nada, es con casi todo. Hoy, la fluidez determina a un mayor entendimiento, por sobre nosotros mismos y nuestros procesos, q qué no han sido pocos. Ahora, calma. Esencia Divina qué sé integra. El Universo apoya. Por Montse Cobas T. Calma y benevolencia.
Entra en un mundo real. La otra realidad.