En este momento de calma substancial, qué se siente,
se aminora, se percibe, y se transforma toda emoción desde la calma,
desde el alma, amándonos y siendo bondadosos,
sé siente muy intrínsecamente.
Profundamente, ya la pena no fluye, pues esta calmada y entendida,
inexistente,
no se pasa por el proceso cómo si nada,
es con casi todo.
Hoy, la fluidez determina a un mayor entendimiento,
por sobre nosotros mismos y nuestros procesos, q
qué no han sido pocos.
Ahora, calma.
Esencia Divina qué sé integra.
El Universo apoya.
Por Montse Cobas T.
Calma y benevolencia.
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