Graciela una mujer de 42 años, vivía con su marido y su único hijo Ricardo.
Trabajaba media jornada, en una casa realizando la organización de está, incluidos los trabajos de limpieza.Llegaba a su casa, extenuada de cansancio, pensando en lo que tenía que realizar en su propia vivienda, pero lo primero era calentar la comida para ella y para su hijo. Su marido comía fuera, no llegando hasta la noche, no teniendo tiempo para el dialogo, por lo que él, era para su trabajo y poco más, ella para su casa, su trabajo, su hijo con todo lo que conlleva, incluyendo gestiones derivadas de la casa.
Vivía el día a día, no teniendo tiempo para ella, solo se permitía el café de la mañana, que a veces era en un tiempo exprés, ya que lo hacia después de dejar a su hijo en el colegio, cogía su vehículo y se desplazaba a su lugar de trabajo, si le quedaba tiempo, hacia el café con sumo gusto ya que era su tiempo, su momento, en el que se permitía el" lujo" de desconectar y dialogar c
Entra en un mundo real. La otra realidad.