Unos hábitos de estudio exitosos deberían incluir muchas siestas. Así lo indica un nuevo estudio, que hoy publica la revista Current Biology en su edición online, y que muestra cómo las personas que duermen una siesta y sueñan con una tarea que acaban de aprender la realizan mejor cuando despiertan que aquellas que no duermen nada o que duermen pero no tienen ningún sueño asociado. Que la siesta tiene numerosos beneficios para la salud no es nuevo. Pero ahora, una investigación revela que esta costumbre tan mediterránea supone una ventaja a la hora de afianzar los conocimientos previamente aprendidos, aunque sólo si se sueña con la tarea memorizada. “Algunos han considerado el sueño como un entretenimiento, pero este estudio sugiere que se trata de un subproducto del procesamiento de la memoria”, explica Robert Stickgold, autor principal del trabajo e investigador de la Facultad de Medicina de Harvard (EE UU). Los autores pidieron a los participantes que se sentaran delante de una pant
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