UNA VIDA DESEADA Cuando cierro los ojos veo... Paz al unisono recreada. Sensaciones inmersas en una ligera oscuridad. Mi mente se evade, se apacigua como el fluir del agua sin viento. Siento, solo siento. El fluir de la vida. Mi vida dentro de la gran madre. Maravillosa percepción que me unifica. Pequeñas motas que flotan, gorgoritos suaves. Mi esencia sumida en la suya. Energías que fluyen. Momentos en el que el pensamiento no existe. Solo se siente. Me dejo llevar, me arrastra, la traigo y la siento. Maravilla del Dios Supremo. Nos acompaña y nos guía, pero solo... si tu lo deseas y le pides. Te ayuda en la justa medida. Esta ahí, existe y nos acompaña. ¡Siéntelo! Placer de la vida, placer de su esencia. ¡Cuanto le pides! Pide. Maravilla sentida con todos los sentidos. No hace falta nada más. Solo visualiza desde tus adentros. Siente con el corazón y tu esencia. Escucha sus movimientos, atiéndelos despacio. Es como escuchar música suave pero sin ella. Es la música de Dios y tu alma.
Entra en un mundo real. La otra realidad.