Es, en ese viaje a nuestro interior, sin control, pausadamente, cuándo descubrimos nuestras vicisitudes, nuestros acontecimientos internos, movimientos gestionados por circunstancias, por emociones que germinan en un punto, diagnostica-ble, analizando y observando qué ocurre, y entonces si somos conscientes y a veces incluso, inconscientemente, suspiramos, eliminando una parte de esa emoción qué no fluye, y la hacemos fluir, en parte o totalmente, integramente es tan difícil... pero sí hiendo a ella, vemos cómo se mueve, la hacemos mover, o para que siga el movimiento, saliendo. Y es qué, fluir con la vida, fluir con nuestros sucesos, circunstancias, nadie nos ha enseñado, incluso, muchos no saben la conveniencia, para ganar vitalidad, salud, y una mejor vida, no podemos controlar lo que sucede en nuestro exterior, pero sí es nuestro conocimiento y responsabilidad, sanar, llevar un buen control de nuestro interno, y se requiere de tiem