Los triunfos son halagüeños, aún en el tiempo se consigan, depende del coste del logro, se puede hacer armónico sin altibajos, ni subidas de adrenalina, simplemente se logró, y en ese conseguir un nuevo comienzo, qué está en nosotros ir mejorando para que el futuro, sea mucho mejor después de trabas, dificultades, obstáculos y des-armonía por diferentes circunstancias. A veces, cuesta tanto llegar hasta donde uno llega, qué puedes llegar exhausto. Y entonces, sólo te queda descansar, y abrirte a la serenidad más profunda observando el punto dónde ahora estas, para proseguir, p ues la vida no se para. A veces, el camino, lo ocurrido puede ser agotador, merecedor de un soporte extra de energía intentando mantenerte en pie. Y, después, qué. Seguir con las bases imprescindibles e ineludibles qué la vida, la existencia, el destino nos ha entregado. Por Montse Cobas. Cuánto Somos y Podemos.