✨💙✨ Podemos conectar con nuestras más profundas emociones. Esas qué ya no recordabamos, a través de música, de meditaciones muy intrínsecas, observando lo qué duele o dolió, dejándolas fluir, sabiendo las, reconociendo las, dejándolas ir. Son momentos de acercamiento profundo, admitiendo la tristeza, pero ya en paz, fluyen. Salen de ese laberinto escondido, camuflado dentro de nosotros, y entonces, admitimos y dejamos ir esos momentos de melancolía, de profundo malestar ocasionado por vivencias Inclaustadas dentro, muy dentro de nosotros. Quien no lo ve, quién no lo siente, nunca lo puede ver, y por lo tanto nunca lo puede saber, haciendo mella en nuestro interior, hablando en forma de dolor y enfermedad. Sí supiéramos, hay sí supiéramos, no dejaríamos qué nos hicieran daño, pero dejamos por la inexperiencia, por el desconocimiento, y sí, porqué no, por amar desde el alma. La ingenuidad del Ser almico, qué conoce el dolor a través del desconocimiento de la maldad. Conociendo la