Muchas veces la superioridad se toma día a día, pero lo verdadero se observa, en tus tiempos de soledad buscada o no, en tus momentos meditativos, en los cuáles aparecen un sinfín de emociones, algunas totalmente desconocidas por uno. Emerge de dentro haciéndote recapacitar si las comprendes, las dejas fluir no encallándose en ellas y está es la conveniencia. Cuántos ante otros parece cómo sino pasara nada, pero en realidad cuánto pasa en la vida de una persona, cuántos momentos, cuántas historias, cuántas reacciones, cuántas vivencias, cuánto... De todo casi, qué dependiendo de su naturaleza y de sus encontronazos con la realidad, con diferentes seres, ideales o no, qué te aportan, qué te acompañan, qué te destruyen, qué te ves en la obligación de superar y superarte, cuánto es irreconocible y no sabido, hasta qué se descubre dentro de nuestro interior, emergiendo, diciendo, aquí está, porque es lo qué has vivido y no asimilado y ahora toca, levantándote o postrándote, depende de la