Para mí, una de las partes más importante de las personas, son los ojos, ellos no te suelen mentir, hablando más que las propias palabras, cada una tiene una expresión particular y bella, expresando en el momento las emociones, sentimientos, incluso, si conoces bien a la persona, puedes saber si te esta mintiendo o no.
Cuando el diálogo no es posible, con la mirada puedes hacer preguntas, puedes saber si una persona no se encuentra bien, saber lo que quiere en un determinado momento, por ej. da me un vaso, su estado anímico...
Los ojos, es un órgano que va muy ligado a tu mente y a tu corazón, es decir, depende de como sienta tu corazón y entienda tu mente, la información nos llegara de una manera o otra.
De ahí el dicho que dice: "depende de los ojos con que lo mires".
Varias personas puede observar una misma situación y cada una verla de diferente manera, todo depende, de la información que tengas del tema en sí, de tus sentimientos en ese momento, de lo que sepas en concreto, de tus ideas...
Hoy voy a escribir, de diversos momentos de mi vida, y de lo que yo, en un momento dado, sentí, primero con mis ojos, pero enlazado con mi corazón, con mis pensamientos y incluso con mi piel.
En unos tiempos de bloqueo, de suma tristeza y sufrimiento de mi vida, me encontré sola.
Con el tiempo, entendí, que tal situación, es algo que debemos superar cada uno de nosotros, en el momento que por las circunstancias que sean, nos sobre-viene.
Cuando nos sentimos así, inconscientemente nos aislamos, en nuestra burbuja, como manera de protección o simplemente, el sufrimiento nos envuelve de tal manera, que somos incapaces de escapar de él, envolviendo a la persona en ella misma, sin capacidad de pensar, oír, hablar, ni ver lo que tienes a tu alrededor.
Tenemos que saber que solo nosotros y el tiempo, es lo que hará, que nos recuperemos antes o después, teniendo en cuenta también, el porque del sufrimiento, la situación pasada y el tiempo en la que hemos estado inmersos en ella. De eso depende, que nos recuperemos en menos o más tiempo, pero sobre todo HAY QUE QUERERLO.
Ante todo, nuestra voluntad, fuerza y el querer recuperar nos, es parte primordial para salir de ello.
Los primeros tiempos, son muy duros, porque no tienes la posibilidad de darte cuenta en el estado en el que estas y por lo tanto de querer recuperarte.
Con el tiempo, ves que no avanzas, que el sufrimiento sigue ahí, pero empiezas a ser consciente de ello, por lo tanto, tienes la oportunidad de poner todo de tu parte para salir de eso y recuperarte, ves que la vida pasa, los años incluso, y que no puedes disfrutar de tu familia como quisieras, ni de la vida en sí, porque tu estado anímico no es bueno, incluso, tu salud empieza a decaer. Es, cuando debemos consultarlo con el médico, el nos puede ayudar, haciendo que nos podamos recuperar antes y mejor. Si tenemos la fuerza y la consciencia suficiente, es conveniente ir antes.
Lo que no se debe, es quedarse en casa, metidos en la cama, debemos seguir nuestra vida como podamos, con mucho esfuerzo, porque cuando no te encuentras bien, cuesta mucho.
Salir aunque sea, una hora a caminar, tomarte un café, aunque simplemente sea para rodearte de gente.
Rodearse de ambientes sanos no conflictivos, no necesitas de gente que te critiquen por tu estado, al contrario, ni de gente que te de la espalda, es momento, si aún siguen ahí los amigos de rodearte de ellos, quizás desaparezcan, pero no te preocupes, eso quiere decir, que amigos con todo lo que quiere decir la palabra, no eran.
Aparecerán nuevos y quizás mejores. Empezaras una nueva etapa de tu vida, una vez, te empieces a recuperar, pon voluntad y fuerza.
En el momento, que la persona, vuelve a sonreír, que desaparece,- la tristeza, la nube que nos enturbia la mente-, estamos más abiertos a nuevas cosas, nuevas personas, nuevas situaciones, sabiendo que en esta vida, todo lo que pasemos para bien o para mal nos da una experiencia, una enseñanza otra perspectiva de la vida, busquemos el lado bueno. Cuando empecemos a superar ,lo veremos.
En ese periodo de mi vida, lo que hacia era salir una hora a caminar a un parque donde hubiera extensa naturaleza, después de la caminata, buscaba el sitio que a mi me daba vibraciones que congeniaran con las mías, me sentaba en un banco.
Si me apetecía leer, leía, que eran las pocas veces, pero lo que si necesitaba y necesito hoy en día, os invito a que pro veis, era mezclarme con la naturaleza, observando lo que me transmitía la brisa del viento, el movimiento de los arboles, el aroma de alguna flor o planta.
Observaba, los árboles de mi alrededor, miraba su movimiento, el de sus hojas al son del viento, el sonido que se escuchaba por este motivo, y dentro de mi estado, parecía que los fenómenos de la naturaleza se quisieran comunicar conmigo, de hecho yo lo sentía así. La mayoría de días, hacia poco viento, cuando mi integración con ella era absoluta, de vez en cuando venia un golpe de aire, que rozaba suavemente mi mejilla, acariciándome. Para mi era un gran consuelo.
Al unísono, los arboles, seguían con su movimiento a la vez que sus hojas, como trasmitiéndome un mensaje: "tranquila, no estas sola, todo pasara", a mi personal mente, me dotaba en esos momentos de una paz, sosiego, consuelo, increíble. Incluso, en algunos de esos instantes, a la vez que el viento, venía un aroma de alguna flor, sumamente agradable, pasando por mi cuerpo, pero especialmente por mi mente.
Cuando volvía a casa, lo hacia en un estado de paz interior asombroso, incluso todas esas sensaciones, lo que observaba con mis ojos, beneficiaba a todo mi organismo.
A mí me sirvió y me sirve hoy en día, es una gran compañía en momentos de soledad, ayudando nos a recuperar -nos, aunque sea lentamente.
El caminar por la playa, sentarse cerca de la orilla, mirar el movimiento de las olas, escuchar el ruido que hacen al chocar las unas con las otras, da un estado de relajación muy bueno.
Una vez conseguido esto, cierras los ojos, diriges tu respiración del abdomen al entrecejo o a la coronilla, según te apetezca, sacando está, de la cabeza o el entrecejo hacia el abdomen, debajo del ombligo, siempre por la nariz, no por la boca. Conseguirás un bienestar, a la vez que oxigenaras todo tu cuerpo, repercutiendo en tu estado anímico para mejor.
En el día a día, observa situaciones agradables que se pueden dar, un niño que te saluda con toda su inocencia, un grupo de personas, que se ríen a carcajadas, tu hijo que te dice que te quiere, abrazándote, intenta sentir la sensación que al momento tienes, disfruta la, absorbe ese abrazo, que quizás es el único que tienes.
Esos momentos, que sientes de bienestar, por el agrade-cimiento de ese saludo, de ver al grupo, que en ese momento es feliz y te alegras de ello, del abrazo de tu hijo, que te da la mayor alegría del día, admite a las personas que se interesan por ti y se preocupan, a las que te quieren, agradéceselo, tan bueno es lo que te trasmiten, por su interés des-interesado como lo que tu interiorizas en beneficio tuyo y de ellos, con tu agrade-cimiento sincero.
Si lo que vemos con nuestros ojos, lo vemos con honestidad, con sinceridad, con humanidad, con comprensión, con amor, aunque nos hagan daño o suframos, volveremos a recuperar nuestra alegría y nuestra felicidad porque lo positivo ira por delante.
Y lo positivo, lo que se hace con amor, lo que se ve con amor, prevalece a la maldad, aunque la maldad se vea más, pero lo que prevalece en la vida de cada persona y en la sociedad es el bien a esta, a tu prójimo y a tu persona, y es lo que nos hace ir hacia adelante, libre de toda carga interior.
Para esa parte de la sociedad, que piensa en los demás, en ayudar ,que los ve con amor, gracias por todo ello, sois y somos la esperanza del bienestar, la paz, el avance y el progreso de la vida en este nuestro planeta. Amemos-lo y cuidemos-lo también a esté, es nuestra gran casa y la posibilidad de subsistencia de la raza humana.
Progreso, felicidad y claridad a todos ellos.
Mari. Mc
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