Seguramente no te has parado a pensar en dicha pregunta, y si lo has hecho probablemente hayas tenido más de una impresión. O quizás no, a lo mejor siempre los has mirado con respeto y amor, claro esta, una clase de amor bastante menos profundo, que el amor a tu pareja, el amor a tus padres, a tu familia, a tus amigos.
Muchos ante estas palabras, estaréis pensando "amor, a alguien que no conozco" razonándola con extrañeza, seguro.
Pero si se puede dar, hay personas que de primeras, ama todo lo que le rodea, siempre hablando en lo que he comentado anteriormente, un amor más simple, que se va ampliando de diversas maneras, en la manera que conoces a la persona. Es una sensación, que es difícil de describir, lo sientes y punto.
Cuando ves a alguien que es feliz, que se ríe, que hace un bien hacia otro, sientes en profundidad un sentimiento que al que lo siente, es muy agradable, transmitiéndote también felicidad, una felicidad profunda en la persona. Pero esto, no todo el mundo es capaz de sentirlo. ¿Por que?, quizás por características del ser, por naturaleza, por dejarse llevar por otros sentimientos más profundos pero más perjudiciales, como es el egoísmo por ej.
Muchas veces, no nos damos cuenta de los beneficios de sentir amor y recibir amor, pero es, porque no se profundiza o no nos fijamos, cuando se dan ciertas situaciones que lo materializan, dejando-se llevar por lo negativo.
El amor, hacia el prójimo, hacia un árbol que llevamos años viéndolo delante de nuestra casa, el amor hacia cualquier ser viviente, que se da en la naturaleza, es una clase de amor, que se capta más ampliamente, sobre todo cuando estas en armonía, cuando consigues una estabilidad emocional de tu persona. Esta captación y dejar fluir, te reporta una cantidad de beneficios para el organismo, no dándole la importancia que realmente tiene.
¿Por qué?. Pues quizás, porque no hay tiempo, para el disfrute de esta sensación y el poco que tenemos, no sabiendo desconectar, vamos tan angustiados o ansiosos o estresados que somos incapaces de abrirnos a ello. Pero, merece la pena, intentar buscar un tiempo para conseguir el disfrute de estas sensaciones, aportándonos, ya no solo, beneficios para nuestra persona, sino enseñanzas y clarividencias de lo que somos las personas con sus situaciones, cosa que es muy importante, el entendimiento del ser humano, abriendo frente, a la humanidad de este, altruismo, comprensión...entrando en un estado de armonía y felicidad, quitándole importancia a lo que realmente no la tiene, y entendiendo la importancia de lo que realmente necesitamos y nos hace felices.
Cabe destacar, que todos nos merecemos el amor y respeto de los demás, siempre y cuando no perdamos este enlace que por naturaleza existe. Este ha de ser recíproco, sobre todo el respeto, para conseguir una sociedad en armonía y la integración total de todos los que viven en ella.
Pero, igual que es tan fácil, si se sigue por naturaleza de siempre, con esta manera de comporta-miento y de sentir, es mucho más fácil perderla. Se pierde en el momento, en que tu perjudicas, dañas y pierdes el respeto a alguien o algo de la naturaleza.
Si, la naturaleza. El amor por la naturaleza, es de lo más agradecido que hay, si la respetamos en todas sus maneras, ella nos aportara paz y bienestar . Si nos integramos en ella, mezclando nuestra energía con las suya, podremos advertir el amor que ella misma es capaz de darnos.
Recordemos que todos somos energía incluido lo que nos rodea, quedando plasmada en el momento y en el instante del hecho y del acto. Ni que decir tiene, que la propia persona es la primera en absorberla para bien o para mal.
Lo que tu sientas por tu prójimo, se va a plasmar en hechos y reacciones, por eso es importante, amar al prójimo, recordando que ha de ser por igual y si no es así exactamente, si sincero, sin ánimo de dañar, porque en el momento que dañas, separas de ti al que te ama y ese daño, se integra en tu persona, dañando-te primero a ti a parte del dañado, porque el dañado, conforme, no cambias, no recapacitas, se va alejando de tu persona, hasta quedarte, solo o sino solo, con conjuntos de personas, que se unen a ti por toda clase de intereses, no existiendo en profundidad un amor, un cariño, que en momentos de necesidad extrema, no lo vamos a tener en todas sus versiones.
Amar, al prójimo, es respetar, ayudar, perdonar sinceramente, entender, dialogar, no engañar, no jugar con las personas y no estamos hablando precisamente del parchís, porque las personas tienen todas una vida mejor o peor, con más sufrimiento o menos, con más coste de avance o menos.
No dificultemos la vida del prójimo a conciencia, esto nos afectara a nosotros de una manera o otra, más pronto o más tarde.
Ahuyenta de ti, los sentimientos dañinos hacia los demás, aunque tengas motivos. Sí los tienes, aparta-te del que te daña, anula lo que sientes, así evitaras un daño interior de tu persona.
El amor por todo lo que nos rodea, está ahí de siempre. Depende si dejamos que esto fluya, con sus consecuentes beneficios o lo paralizamos con sentimientos nocivos, para nuestro espíritu y persona, envenenándonos de ellos, con sus explosiones por dentro y por fuera, con todas sus consecuencias.
maricmasi.
Muchos ante estas palabras, estaréis pensando "amor, a alguien que no conozco" razonándola con extrañeza, seguro.
Pero si se puede dar, hay personas que de primeras, ama todo lo que le rodea, siempre hablando en lo que he comentado anteriormente, un amor más simple, que se va ampliando de diversas maneras, en la manera que conoces a la persona. Es una sensación, que es difícil de describir, lo sientes y punto.
Cuando ves a alguien que es feliz, que se ríe, que hace un bien hacia otro, sientes en profundidad un sentimiento que al que lo siente, es muy agradable, transmitiéndote también felicidad, una felicidad profunda en la persona. Pero esto, no todo el mundo es capaz de sentirlo. ¿Por que?, quizás por características del ser, por naturaleza, por dejarse llevar por otros sentimientos más profundos pero más perjudiciales, como es el egoísmo por ej.
Muchas veces, no nos damos cuenta de los beneficios de sentir amor y recibir amor, pero es, porque no se profundiza o no nos fijamos, cuando se dan ciertas situaciones que lo materializan, dejando-se llevar por lo negativo.
El amor, hacia el prójimo, hacia un árbol que llevamos años viéndolo delante de nuestra casa, el amor hacia cualquier ser viviente, que se da en la naturaleza, es una clase de amor, que se capta más ampliamente, sobre todo cuando estas en armonía, cuando consigues una estabilidad emocional de tu persona. Esta captación y dejar fluir, te reporta una cantidad de beneficios para el organismo, no dándole la importancia que realmente tiene.
¿Por qué?. Pues quizás, porque no hay tiempo, para el disfrute de esta sensación y el poco que tenemos, no sabiendo desconectar, vamos tan angustiados o ansiosos o estresados que somos incapaces de abrirnos a ello. Pero, merece la pena, intentar buscar un tiempo para conseguir el disfrute de estas sensaciones, aportándonos, ya no solo, beneficios para nuestra persona, sino enseñanzas y clarividencias de lo que somos las personas con sus situaciones, cosa que es muy importante, el entendimiento del ser humano, abriendo frente, a la humanidad de este, altruismo, comprensión...entrando en un estado de armonía y felicidad, quitándole importancia a lo que realmente no la tiene, y entendiendo la importancia de lo que realmente necesitamos y nos hace felices.
Cabe destacar, que todos nos merecemos el amor y respeto de los demás, siempre y cuando no perdamos este enlace que por naturaleza existe. Este ha de ser recíproco, sobre todo el respeto, para conseguir una sociedad en armonía y la integración total de todos los que viven en ella.
Pero, igual que es tan fácil, si se sigue por naturaleza de siempre, con esta manera de comporta-miento y de sentir, es mucho más fácil perderla. Se pierde en el momento, en que tu perjudicas, dañas y pierdes el respeto a alguien o algo de la naturaleza.
Si, la naturaleza. El amor por la naturaleza, es de lo más agradecido que hay, si la respetamos en todas sus maneras, ella nos aportara paz y bienestar . Si nos integramos en ella, mezclando nuestra energía con las suya, podremos advertir el amor que ella misma es capaz de darnos.
Recordemos que todos somos energía incluido lo que nos rodea, quedando plasmada en el momento y en el instante del hecho y del acto. Ni que decir tiene, que la propia persona es la primera en absorberla para bien o para mal.
Lo que tu sientas por tu prójimo, se va a plasmar en hechos y reacciones, por eso es importante, amar al prójimo, recordando que ha de ser por igual y si no es así exactamente, si sincero, sin ánimo de dañar, porque en el momento que dañas, separas de ti al que te ama y ese daño, se integra en tu persona, dañando-te primero a ti a parte del dañado, porque el dañado, conforme, no cambias, no recapacitas, se va alejando de tu persona, hasta quedarte, solo o sino solo, con conjuntos de personas, que se unen a ti por toda clase de intereses, no existiendo en profundidad un amor, un cariño, que en momentos de necesidad extrema, no lo vamos a tener en todas sus versiones.
Amar, al prójimo, es respetar, ayudar, perdonar sinceramente, entender, dialogar, no engañar, no jugar con las personas y no estamos hablando precisamente del parchís, porque las personas tienen todas una vida mejor o peor, con más sufrimiento o menos, con más coste de avance o menos.
No dificultemos la vida del prójimo a conciencia, esto nos afectara a nosotros de una manera o otra, más pronto o más tarde.
Ahuyenta de ti, los sentimientos dañinos hacia los demás, aunque tengas motivos. Sí los tienes, aparta-te del que te daña, anula lo que sientes, así evitaras un daño interior de tu persona.
El amor por todo lo que nos rodea, está ahí de siempre. Depende si dejamos que esto fluya, con sus consecuentes beneficios o lo paralizamos con sentimientos nocivos, para nuestro espíritu y persona, envenenándonos de ellos, con sus explosiones por dentro y por fuera, con todas sus consecuencias.
maricmasi.
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