En un lejano país de Oriente Medio, vivía un muchacho el cual trabajaba como director de una multinacional, era jovial, responsable y trabajador, con grandes conocimientos de la vida.
Muchos de sus compañeros y amigos se quedaban asombrados a la hora de oírle hablar y de pedirle consejo tras sus respuestas.
Muchos de sus compañeros y amigos se quedaban asombrados a la hora de oírle hablar y de pedirle consejo tras sus respuestas.
Por lo tanto a pesar de los pocos años que aún tenía, sabia muy bien lo que tenía que hacer y como debía reaccionar.
Lo suyo le costo, pues tuvo épocas de todo, más bien malas que buenas, pero ahora había logrado estabilizarse y hallar un puesto en la sociedad, sabiendo muy bien como actuar en cada situación. Pocas personas lograban engañarle, actuando con justicia y benevolencia en el momento y si era necesario no se lo pensaba dos veces, hacia manejo de la ley para hallar el respeto a las normas y al buen hacer, no admitía engaños y injusticias, y tenía la fuerza para ello.
Un día caminando por un parque en su tiempo libre, encontró una serenidad que le llevo al pasado, empezando a analizar.
A su mente asomaron recuerdos, el comienzo de una situación que le llevo a ver lo que eran las personas y lo que era el lado injusto de la vida.
Sus padres habían muerto en un accidente de autobús, quedo huérfago en la adolescencia y sin familia, tuvo que trabajar en el huerto propio y en el de los demás vecinos para poder subsistir a la vez que estudiaba.
Su gran ilusión era tener un buen trabajo en una gran ciudad, para ello dormía poco pues dedicaba la noche para estudiar el temario del día.A raíz de la muerte de sus padres, los chicos del lugar se empezaron a burlar de él por el hecho de que trabajaba en el campo, sus manos duras, con callos, a la vez que negruzcas por el contacto con la tierra, eran miradas con desprecio.
Un día se encontraron en el bar del lugar, juntándose para tomar un refresco, fue él, Ricardo, el que se acerco, ya que sus amigos se hicieron los despistados.
Ricardo no se callo y lo primero que les dijo fue...
"Bueno parece que no os apetece estar conmigo.
Entro por la puerta y como si hubiera entrado un fantasma, no soy invisible"
A lo que sus compañeros contestaron que eran cosas suyas, que en realidad no le habían visto llegar.Entro por la puerta y como si hubiera entrado un fantasma, no soy invisible"
En ese momento Ricardo callo.
En ese momento entraron al local un grupo de chicos, no eran del pueblo, se acercaron al grupo de Ricardo y dirigiéndose a esté se comenzaron a meter con él, comenzaron a increparle con palabras burdas, dándole empujones hasta que al final tropezó cayendo al suelo, observando lo que podía entre sus brazos intentando proteger su cabeza de las patadas de los chicos que iban en todas direcciones hacia su cuerpo.
Sus compañeros se quedaron impasibles, no hicieron absolutamente nada.
Ricardo despertó en medio del bar, el dueño de esté le estaba llamando pues tenía que cerrar el local.
Dolorido, se levanto como pudo.
Estaba aturdido no entendía nada, ¿donde estaban sus amigos?, ¿cuanto tiempo debió estar tirado en el suelo? preguntas que asomaban a su cabeza una detrás de otra.
Llegó a casa con tan solo ganas de echarse en la cama, le sobre vino antes de ello un vomito de sangre.
Se asusto en un principio, pero vio que el hecho de echarlo a el le supuso estar mucho mejor, aunque su cuerpo dolía por doquier.
El simple hecho de acostarse, le supuso un grito de dolor.Estuvo unos cuantos días sin ir a trabajar, ni al instituto.
Cuando se encontró mejor volvió al trabajo, aún lleno de moratones y mucho más delgado, pues había dejado de comer, ni tenía ganas de preparárselo ni apetito para comer.
Sus jefes, le recriminaron su falta, pues alegaron que las tierras había que cuidarlas cada día y no cuando a el le apeteciera.
A Ricardo esta reacción , le sorprendió muchísimo sobre-viniendole un gran desengaño.
Los días que falto, no le fueron remunerados.
A Ricardo esta reacción , le sorprendió muchísimo sobre-viniendole un gran desengaño.
Los días que falto, no le fueron remunerados.
Fueron pasando los días y todo volvió a la normalidad, solo que Ricardo se encontraba abrumado, dañado por ver como había cambiado su situación en todos los aspectos, después de la muerte de sus padres.
En esos momentos con su estado anímico por los suelos, comenzó a llorar, pues no pudo evitarlo, como podía ser que las personas pudiesen cambiar tanto.
Él hasta el altercado había seguido siendo el mismo, con más obligaciones, con más tristeza por la falta de sus padres, pero seguía necesitando de los demás ,de su compañía, cariño y comprensión, es más, ahora necesitaba mucho más de todo ello, viendo que la reacción era totalmente contraria a su necesidad.
Él hasta el altercado había seguido siendo el mismo, con más obligaciones, con más tristeza por la falta de sus padres, pero seguía necesitando de los demás ,de su compañía, cariño y comprensión, es más, ahora necesitaba mucho más de todo ello, viendo que la reacción era totalmente contraria a su necesidad.
No lograba entender nada.
Se fue metiendo más en sí mismo, pues no entendía la situación en la que estaba inmerso.
Un día en el que había cobrado su trabajo de toda la semana, a la llegada a su casa, algo le golpeo, cuando se despertó, se encontró sin parte de su ropa, sin su dinero y con parte de su casa rota, puertas, muebles, utensilios....
Le habían robado.
No salia de su asombro, ¿Pero que pasaba?
Iba viviendo al día con lo que ganaba de su trabajo, pero esa semana, tuvo que sacar del baúl que sus padres le habían dejado, parte del dinero para pagar los impuestos de la vivienda y la compra de las semillas para la nueva cosecha a la vez que para comprar algunos utensilios que necesitaba, las puertas las saco, en vista que le reportaban un gran gasto que no estaba dispuesto a asumir en esos momentos, el mismo hizo la de la entrada, con madera y sus propias manos.
Un día de camino al instituto se encontró con dos de sus amigos.
Desconcertado les saludo,
Sin ganas la verdad, pues estaba muy dolido con ellos, pues se habían apartado de él totalmente y después de lo del bar ya fue el detonante de la verdad.
Desconcertado les saludo,
Sin ganas la verdad, pues estaba muy dolido con ellos, pues se habían apartado de él totalmente y después de lo del bar ya fue el detonante de la verdad.
¿Vaya dichosos los ojos? le dijo uno de ellos.
Si contesto Ricardo aún me quedan dos, después de la paliza que me dieron, aún tengo que dar gracias.
¡Vaya, pero si aquello no fue nada! Además no le hubieras mirado como los miras- tes, contesto el segundo.
Ricardo, sintió como por todo su cuerpo le sobre-venia un calor ardiente por todo él, e intentando controlarse les contesto:
¡Yo no les mire de ninguna manera, es más ni tan siquiera me percate de su entrada!
Bueno eso es lo que dices tú. Le contesto uno de ellos.
Bueno es lo que es, respondió Ricardo.
Mirad tengo un poco de prisa, voy a perder las clases y no me interesa.
"A ver si vas a perder de ser abogado por perderte un rato de clases. Vaya amigo que ni tan siquiera se preocupa de sus compañeros de toda la vida, ni tan siquiera quiere hablar con nosotros".Le contesto uno de ellos.
Bueno, no se que deciros y no se quien debería de preocuparse por quien, en vista de la reacción vuestra en el bar, es más antes me veníais a buscar para charlar y desde hace muchísimo tiempo eso ya es inexistente, es más os habéis apartado totalmente.
Claro estas todo el tiempo ocupado trabajando y estudiando haber si te piensas que vas a llegar a ser ministro, es más con todo el dinero que tienes, para que tanto trabajar. Contesto el otro muchacho.
Esa contestación exacerbo aún más a Ricardo, el tenia que trabajar pues el dinero que había quedado de sus padres, eran unos pequeños ahorros, que de no ser de su trabajo, no le hubieran aguantado ni cuatro años y su casa claro, pero en algún lugar tenía que vivir.
Ni tan siquiera se digno a contestarles, no les siguió el juego y ya con lo oído tenía más que suficiente.
Les dijo adiós, y se marcho.
Así fue pasando el tiempo hasta que decidió terminar la carrera en la ciudad, pues los últimos años no se podían seguir en los pueblos colindantes.
Tuvo que vender la casa,La vendió pronto y a un buen precio a un profesor de la universidad.
Con el dinero que gano, compro un pequeño piso en la ciudad.
Con ayuda de la universidad enseguida le ofrecieron un puesto en una gran multinacional para empezar a hacer prácticas, le pagaban una mensualidad baja, pero de momento se conformo.
Pues por lo menos para comer tenía aunque lo demás lo fuera cubriendo con sus ahorros.Con ayuda de la universidad enseguida le ofrecieron un puesto en una gran multinacional para empezar a hacer prácticas, le pagaban una mensualidad baja, pero de momento se conformo.
Poco a poco fue logrando un gran reconocimiento en la empresa, por su trabajo y sus conocimientos, era muy buen estudiante y esto se veía en los resultados de está, logrando en un periodo más o menos corto el puesto que ahora ocupaba.
Volvió al presente con una gran sonrisa en su cara de satisfacción, el pasado ya paso y ello le repercutió a saber lo que sabe hoy de la vida y su gran motivación para querer ser mejor como persona y de saber lo que quería en ella y como.
Tiene amigos, pero siempre se da enteramente a quien realmente le da pruebas de que se lo merece, no se deja avasallar por nada ni por nadie, llegando a utilizar la ley si es necesario, procurando ser siempre justo con todo y con todos.
Enlaces que pueden ayudar a ver o a entender sobre toda clase de violencia.
http://www.laprensa.com.bo/noticias/12-04-09/12_04_09_socd2.php
http://www.familia.cl/Educacion/violencia/sicologica.htm
Si haces clic en el titulo, hay un articulo relacionado, realmente interesante,
EN EL SABER
ESTA EL ENTENDER Y EL PODER EVITAR.
Y SI NO SE PUEDE IMPEDIR,
EL SABER REACCIONAR Y SOLUCIONAR. maricmasi.
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