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OSTEOPOROSIS, fragilidad osea.

La osteoporosis es una enfermedad en la cual disminuye la cantidad de minerales en el hueso, perdiendo fuerza la parte de hueso trabecular y reduciéndose la zona cortical por un defecto en la absorción del calcio, lo que los vuelve quebradizos y susceptibles de fracturas y de microfracturas, así como anemia y ceguera.[1] La densidad mineral de los huesos se establece mediante una prueba llamada densitometría ósea.
Se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos por pérdida del tejido óseo normal. El hueso está correctamente calcificado, pero existe menor cantidad de hueso por unidad de volumen. Esto conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas.

El hueso es un tejido vivo, en constante renovación. Por un lado se forma hueso nuevo (formación ósea), y, simultáneamente, se destruye hueso envejecido (reabsorción ósea). Aparece osteoporosis cuando se rompe el equilibrio entre ambas, bien porque disminuya la formación de hueso nuevo, o bien porque aumente la reabsorción, o por ambas causas simultáneamente.

¿Cuáles son sus causas?

Sólo en un pequeño porcentaje de los casos conocemos las causas de la osteoporosis. Son las osteoporosis secundarias, en las que ésta aparece como consecuencia de otra enfermedad. Es el caso de enfermedades endocrinológicas, como la diabetes, el hipertiroidismo o los hipogonadismos, enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide, enfermedades hematológicas como el mieloma o la mastocitosis, o los casos de osteoporosis relacionados con el uso de algunos fármacos como los corticoides o la heparina.
Sin embargo, la gran mayoría de enfermos tienen una osteoporosis primaria, en la que distinguimos tres grandes grupos, la osteoporosis idiopática juvenil o del adulto, sin causa conocida, la osteoposis tipo I o postmenopáusica, en la que influye decisivamente la falta de estrógenos que se produce en la mujer en ese periodo de su vida, y la osteoporosis tipo II o senil, que es la producida por el envejecimiento.
Existen también numerosos factores que aumentan la pérdida de masa ósea que acompaña la edad, y que, por tanto, multiplican el riesgo de padecer osteoporosis y sus consecuencias. Entre ellos cabe destacar la inmovilización o el sedentarismo, el tabaco y el alcohol.

¿A quién afecta esta enfermedad?

Se trata de una enfermedad que puede afectar a cualquier persona. Con el paso de los años todas las personas van perdiendo masa ósea, por lo que la osteoporosis es especialmente frecuente a partir de los 70 años. También las mujeres en los primeros años después de la menopausia son un grupo especialmente afectado por esta enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas que produce?

La osteoporosis no produce síntomas, no duele ni causa ninguna alteración en sí misma. Sin embargo, al producirse gran fragilidad en los huesos, aparecen con gran frecuencia fracturas óseas, que son las que condicionan los síntomas en estos enfermos. Las fracturas más frecuentes en la osteoporosis de la mujer postmenopáusica son las fracturas vertebrales, que producen dolores muy agudos en la espalda y condicionan la aparición progresiva de deformidades de la misma, fundamentalmente disminución progresiva de la talla por aplastamientos vertebrales. Este dolor puede dar paso a un dolor sordo y más continuo, producido por microfracturas, y que muchas veces es el síntoma que lleva al diagnóstico. La osteoporosis del anciano produce típicamente fracturas en los huesos largos, sobre todo en la muñeca, y más aún en el fémur, siendo la responsable de las típicas fracturas de cadera de las personas mayores.

¿Cómo se diagnostica?

No existen alteraciones de los análisis básicos que permitan hacer el diagnóstico. Aun cuando el diagnóstico de certeza se obtiene con el estudio de la biopsia del hueso, en la práctica habitual se utilizan diversas técnicas radiológicas para el diagnóstico, que además son también útiles para valorar la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Las más inespecíficas son las radiografías simples de los huesos afectados, que muestran osteoporosis cuando ésta ya está bastante avanzada. En los últimos años se han introducido los distintos modelos de densitómetros, que son capaces de medir la densidad del hueso respecto a un patrón determinado.

¿Cómo se trata la osteoporosis?

Como medidas generales, es necesario hacer mención de la dieta, rica en calcio y baja en proteínas, la abstención de tóxicos como el tabaco y el alcohol, y el ejercicio físico habitual. Cuando la dieta no garantiza una cantidad adecuada de calcio, deben administrarse suplementos, teniendo en cuenta que las necesidades de calcio son de unos 1000 mg al día, y aumentan en el embarazo o en la menopausia.
La vitamina D facilita la absorción y utilización del calcio, por lo que en muchas ocasiones se administra asociada al mismo.
En el tratamiento de la osteoporosis, y también en su prevención, se utilizan fármacos que disminuyen la reabsorción de hueso. Entre ellos se encuentran la calcitonina y los bisfosfonatos. Los estrógenos, y también los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos como el raloxifeno, se utilizan en la osteoporosis postmenopáusica, sólos o asociados a alguno de los anteriores.
Aunque teóricamente el flúor es un fármaco que puede aumentar la formación de hueso, el hueso producido parece tener una menor calidad y, por tanto, una menor resistencia, por lo que su uso no se ha extendido y no existen en España preparados disponibles. Recientemente se ha introducido en el tratamiento un análogo de la hormona paratiroidea cuya acción es también el estímulo de la formación de hueso, y que está indicado en el tratamiento de la osteoporosis postmenopáusica.

Ante todo es necesario una buena alimentación rica en calcio y vitamina D para mejorar la absorción de esté, suplementos de estos si hicieran falta, su médico valorara si los necesita, ejercicio físico suave, para mejorar la absorción de estos componentes a la vez que fortalecerá musculatura y huesos siendo todo esto indispensable para evitar el avance de la osteoporosis, mejorando la calidad del hueso y previniendo posibles roturas.

Debemos cuidarnos y tener voluntad de hacerlo, para que mañana nuestro estado de salud no sea peor que el de hoy. Y si lo fuera, la información, el cuidado y la lucha para mejorar o parar, el avance de cualquier enfermedad, es totalmente necesario.

Datos de la Clínica Universidad de Navarra.
Dr Nicolás García González. Especialidad en Medicina Interna.

PARA mayor información:http://www.cun.es/areadesalud/enfermedades/endocrinologicas/osteoporosis-mas-sobre-esta-enfermedad/


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