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Síndrome post- vacacional.

Después de vacaciones seguimos con las obligaciones y trabajo.
Seguidamente os inserto situaciones comunes después de este tiempo y la mejor forma de sobrellevarlas.

El siguiente vídeo es de El Sueño de Morfeo con su tema No se donde voy


EL RELOJ INTERNO. Síndrome post-vacacional.

Como su nombre indica, es un síndrome que aparece después de las vacaciones. Este hecho, junto a la posibilidad de que en tiempos anteriores a la época actual no estuviera presente (con las salvedades que hemos indicado anteriormente) hace llamar la atención sobre la posible existencia de una estrecha relación entre el estilo de vida desarrollado y la aparición de este problema. ¿Cómo se puede relacionar esto con el proceso que da lugar al desarrollo de éste síndrome?. Las personas habitualmente necesitan una serie de condiciones para desarrollar nuestra actividad y organizar alrededor una forma de vida en la cual se sienten la mayor parte de las veces a gusto. Para ello, se lleva una rutina que suele estar de acuerdo con el biorritmo peculiar. Toda esa actividad está de acuerdo con una especie de reloj interno que marca el estado en que el organismo se encuentra. Además, se necesitan una serie de motivaciones que impulsen a seguir adelante a lo largo de la vida. Estas motivaciones actúan muchas veces como verdaderos parachoques que permiten superar muchas dificultades. La presencia actual de esas motivaciones otorga una especial resistencia frente a la adversidad. Un fallo en ese biorritmo habitual así como una ausencia de dichas motivaciones en el contexto de una vuelta a la vida ordinaria tras un periodo vacacional puede producir la aparición de este síndrome. Durante las vacaciones es de todos conocido que ese ritmo de vida sufre un cambio significativo. Desaparece el ritmo de trabajo mientras que los periodos de descanso se prolongan a lo largo del día. El descanso al mediodía adquiere una mayor importancia favorecida muchas veces por una actividad nocturna intensa. La hora de acostarse se retrasa con lo cual lo mismo ocurre con la de levantarse. Esto unido a una ausencia casi completa de rutina con un desorden total de nuestros hábitos incluidos las comidas da lugar a que nuestro biorritmo se vea profundamente afectado, si es que llega a existir. La vuelta a la vida ordinaria puede suponer un cambio brusco para el organismo. Se restituye la rutina a la cual teníamos acostumbrado nuestro cuerpo, sin embargo, en el momento de nuestra incorporación a esa rutina nos falla lo fundamental. Si no se produce ese acoplamiento rápidamente a este nuevo ritmo de vida se produce una falta de coordinación entre los que la rutina nos exige y lo que podemos ofrecer. Por otro lado, la ausencia de motivaciones o la focalización excesiva de éstas alrededor del periodo estival da lugar a que una vez acabadas las vacaciones, desaparece cualquier motivación que nos anime a seguir adelante, sobretodo cuando contemplamos con pavor como hasta el siguiente periodo vacacional tiene que transcurrir todo un año. La concurrencia de ambos fenómenos puede dar lugar a la aparición de éste síndrome.

EL MEJOR REMEDIO. LA PREVENCIÓN.

El remedio, como ocurre muchas veces está en prevenir su aparición. En este sentido se pueden intentar diversas medidas. El periodo vacacional permite una libertad que no se tiene en otros periodos del año. Ahora bien, mantener cierto horario nos permitirá que sigamos con un cierto biorritmo. A medida que se acerca el fin de las vacaciones, una vuelta progresiva aunque no sea completa, a la rutina habitual puede favorecer que ese cambio no resulte dramático ni catastrófico (cómo tirarse a una piscina de agua fría). Evitar una motivación personal excesivamente centrada en las vacaciones. No se puede estar deseando las vacaciones durante una mitad del año y lamentarse de que se hayan acabado durante la otra mitad. Para ello, se puede acudir a mantener determinadas aficiones. Pueden haber aficiones que se hayan iniciado durante las vacaciones, que sean recomendables mantener a lo largo del año. Evidentemente no deben ser aficiones muy unidas al periodo del año en el que se encuentre cada persona. En relación a todo lo anterior, la división del periodo vacacional en varias partes, puede ayudar de forma importante a cumplir esos objetivos. Evitará que exista una sensación de saturación respecto a las vacaciones y nos ayudará a la vuelta saber que todavía nos quedan. Si a la vuelta de las vacaciones se produce un enfrentamiento a un trabajo acumulado durante el periodo estival, se pueden seguir algunas recomendaciones. En primer lugar ordenar la mesa de trabajo evitando los montones caóticos. Se debe hacer un esfuerzo en intentar organizar la agenda, estableciéndose un plan de lucha real que intente afrontar las tareas pendientes con un orden de prioridades. Si a pesar de todo lo anterior, se presenta este problema, la ayuda de un especialista puede ser muy importante. Aportará la ayuda necesaria que en ocasiones podrá ser farmacológica, sobretodo si se presentan problemas de ansiedad o de insomnio. En otros momentos podrá ser recomendable el empleo de antidepresivos.

INFORMACIÓN RECOGIDA DE LA CLÍNICA DE NAVARRA. + y completar esta...

http://www.cun.es/index.php?id=22750

Todos buscamos un sueño y después de las vacaciones seguimos...con ello.
Cada uno intentando encontrar el nuestro.

A continuación Precioso tema de El Sueño de Morfeo con su tema, Busco un sueño.
Y ¿Quien no busca uno o incluso varios?



¿CÓMO AYUDAR A LOS HIJOS EN SU VUELTA AL COLEGIO?

La Vanguardia. Sección La Consulta. Jordi Sasot Llevadot.-
Son muchas las semanas de vacaciones infantiles en verano. Regresar a la normalidad no siempre es fácil, requiere un proceso de adaptación, que depende de aptitudes personales -como las cualidades físicas, intelectuales o emocionales- pero también del tipo de convivencia familiar, es decir, de las actitudes educativas y de la calidad emocional y afectiva de la relación padres-hijos.

Los educadores, sean padres o maestros, influyen en la infancia por su forma de ser, por lo que hacen y por lo que dicen.Qué mejor manera de ayudar a los hijos en un momento de cambio que mostrando un satisfactorio autocontrol ante nuestra incorporación laboral.

¿Qué actitudes educativas deben cuidarse estos días? El afecto, la autoridad y el desarrollo de la autonomía. Demasiados niños mandan en sus casas, y el veraneo familiar puede constituir una etapa de afirmación de sus exigencias. La actitud sobreprotectora, lo mismo que la permisiva, tiende a evitar toda frustración. Los padres que ante cualquier dificultad adaptativa del hijo tratan de evitarla o solucionársela no le preparan para la vida real. Se acabaron las vacaciones puede significar una frustración para algunos niños, pero hay que educarles para asumirlo. Así, hay que controlar la sobreprotección, ayudar a los niños a enfrentarse al nuevo curso sin resolverles los problemas, sin comprarles otra vez todo lo que quieren y no necesitan.

Hay que ayudarles también a recuperar un hábitat de estudio, hacer que ordenen su escritorio y su habitación. No olvidemos las horas de sueño.Tampoco hay que llenar su horario de actividades extraescolares, sino dejarles algo de tiempo libre.

Y hay que saber crear ilusión por aprender, por vivir otro año con sus amigos o compartir nuevas actividades. No les engañemos creando sólo ilusión con grandes cajas de colores, lápices que huelen o zapatos que vuelan. Son niños de una sociedad de consumo y hasta cierto punto es inevitable, pero hay que saber decir basta.

Al reanudar las clases, los niños pierden tiempo de convivencia con sus padres. Qué mejor manera de ayudarles que llegar un poco antes a casa o cambiar algún día una actividad extraescolar por recogerles en la escuela y perder el tiempo juntos. Esto aporta ilusión y permite una puesta al día sobre el inicio escolar, desde qué opinión tiene el hijo del nuevo profesor hasta la primera travesura de su amigo.

Estos días, los niños necesitan un ambiente familiar acogedor y creativo; sobra el estrés. Contener las ansiedades adultas es importante, pues generan miedo e inseguridad ante lo nuevo, con lo que no les facilitamos su proceso adaptativo. Recuperar hábitos, actitudes y ritmos puede llevar algunas semanas. Es normal, qué menos.

Coordinador de la unidad de Paidopsiquiatría. Centro Médico Teknon

Nota ID: 123

TRAS LAS VACACIONES, CRISIS DE PAREJA

Los psicólogos aseguran que en verano crecen las depresiones y separaciones

Los especialistas señalan que la convivencia continuada durante las vacaciones hace aflorar y agudiza los problemas de convivencia latentes durante el año


La Vanguardia. Marta Ricart.- Vacaciones. Palabra mágica. Suena a dormir, divertirse con la familia y los amigos y hacer aquellas actividades a las que no podemos dedicarnos el resto del año. Pero esta cara feliz tiene un reverso. Psiquiatras y psicólogos aseguran que en verano es cuando más pacientes acuden a sus consultas, porque la perspectiva de las vacaciones desencadena más crisis psicológicas y de pareja.

Los especialistas subrayan que las vacaciones suponen un descanso indispensable para toda persona y que, en general, sientan bien. Pero, a muchos, las vacaciones les plantean un problema psicológico y emocional. A menudo se traduce en una ruptura de pareja. Junio y julio son los meses en que atendemos más casos de personas con problemas psicoemocionales y por separaciones de pareja, afirma Eduard Tàpias, psicólogo y psicoanalista del Centre de Psicoteràpia de lEsquerra de lEixample de Barcelona. Los afectados son por igual mujeres y hombres.

Una situación depresiva o una crisis de pareja no se producen de un día para otro, pero hay personas que viven una crisis y en estas fechas se acentúa, corrobora Victòria Baxarias, psiquiatra de la clínica Teknon. ¿Qué hace que muchos estallen en vacaciones? Durante el año, muchos centran su atención y tiempo al trabajo y no se plantean a fondo las relaciones personales o familiares o les dedican pocas horas. Ante la idea de estar cara a cara 30 días con la pareja, salen a la luz los conflictos y llega la ruptura. Pasado el verano, unos se reconcilian y otros no, dice Francesc Sabanés, psiquiatra de la clínica Quirón.

También influye en que el conflicto de pareja se evidencie ahora el que, ante las vacaciones, se tiene unas expectativas de descanso, cambio de escenario, disfrute, comunicación, y si la pareja no responde a esas expectativas, se produce la ruptura, añade Baxarias.

Muchas veces, la pareja comparte las vacaciones con los padres de uno o de otro, o con hijos, lo que obliga a una relación familiar que muchos se sienten incapaces de afrontar, según los especialistas. De la misma manera, pesa el que la persona viva la relación personal sin el respaldo que el resto del año pueden suponer amigos o compañeros de trabajo u ocupaciones. La situación se complica aun más en parejas en las que hay terceras personas implicadas, pues las vacaciones significan separarse de ellas y se agudiza la crisis personal y de pareja, añade Sabanés.

No sólo se registran más rupturas de parejas antes y durante las vacaciones, sino en general más crisis psicológicas y emocionales. Psiquiatras y psicólogos explican que muchas personas les piden ayuda en la consulta porque las vacaciones comportan un cambio que no pueden afrontar. Es un cambio de escenario, pasar de una rutina laboral o estudiantil o de manera de vida a realizar otras actividades, a menudo con horarios poco estrictos. Personas que en principio afrontan esto con buen ánimo pueden padecer ansiedad o irritabilidad, porque todo cambio requiere una adaptación.

Otro grupo que sufre son los adictos al trabajo, explica Sabanés. Y, sin ser adictos, hay quien tiene problemas para gestionar ‘el vacío’ que supone un mes sin obligaciones, añade Tàpias. Sabanés cree que influye la situación de cansancio, por la presión acumulada durante el año. También se derrumban personas que ya sufrían ansiedad; otras que durante el año han mantenido la angustia a raya gracias a una vida cotidiana organizada; personas en situación de soledad, o quienes no tienen buenas perspectivas porque no han hecho planes.

Porque los factores sociales también pesan. Nos movemos por mimetismos y en vacaciones se instala una especie de convencimiento de que hay que pasarlo bien, hacer planes, y si uno se compara con quien cree que tiene mejor calidad de vida, se deprime. Esto también ocurre ante las vacaciones de Navidad, que es la otra época del año en que acuden a la consulta más pacientes nuevos, apunta Baxarias.

Nota ID: 125
Información recogida de la sección noticias de la página web del centro médico Teknon.

LA ALIMENTACIÓN TRAS LAS VACACIONES.

-Come de manera sana.

Los cambios de hábitos que traen consigo las vacaciones de verano pueden acarrear consecuencias nocivas para nuestro peso. Cuando llegan éstas, queremos disfrutar y nos relajamos de las obligaciones que nos imponemos durante el año, por eso nos permitimos el lujo de comer desordenadamente y dejar de hacer ejercicio. La sorpresa llega cuando volvemos a casa y nos encontramos con la báscula.

El primer paso es olvidarte de las comilonas. Es importante que cada dos horas consumas pequeñas cantidades de alimento, con el debido hincapié en desayuno, comida y cena, aunque, si no puedes comer en esos tiempos, es suficiente con cinco ingestas al día. Comer poco, pero con frecuencia, no sólo facilita la absorción de los nutrientes, sino que es fundamental para estimular el metabolismo y favorece la sensación de saciedad, lo que evita que lleguemos a las comidas importantes con mucha hambre.

-Saciar el hambre entre horas
Para quitarte ese vacío en el estómago que se produce a media mañana y por la tarde, tendrás que dejar de lado los aperitivos salados y los dulces, ya que están llenos de calorías vacías, sin aportes nutricionales destacables. Opta por la fruta, los yogures desnatados e incluso un poco de pan con jamón serrano o pavo.


Pero, sobre todo, no te obsesiones. Hay muchas personas a las que les supone un verdadero esfuerzo no picar algo más sabroso entre horas; no te preocupes, pecar una vez a la semana no te llevará sin remedio a la obesidad. El truco está en habituarte a los nuevos cambios, así que hazlo poco a poco.

Y cambia tus costumbres. No sólo las patatas fritas o los bollos pueden saciar tu ansiedad en horas de trabajo; es el momento de que comiences a disfrutar del sabor de una buena naranja, de un montadito de lomo curado o de un delicioso yogur de frutas del bosque para quitarte el hambre en la merienda o el almuerzo.

-Come lo mismo, pero mejor
No hace falta que dejes de comer o te propongas una dieta rígida para adelgazar. El truco está en comer una buena cantidad que te sacie, pero evitando las grasas saturadas y las comidas precocinadas. En tu dieta siempre tiene que haber productos frescos porque engordan menos y alimentan más.


En todo el mundo son conocidas ya las bondades de la dieta mediterránea, ¿por qué no aplicas ya a tu alimentación sus principios fundamentales?. No abuses de las proteínas animales, y aumenta la ingesta de legumbres y cereales; come más pescado y riega tus comidas con aceite de oliva, sus ácidos grasos te permitirán regular el colesterol. Y, sobre todo, come mucha fruta y verdura, ésta última cocinada y también cruda, por ejemplo, en ensaladas.

-Falsas creencias
Hay muchas personas que se toman la dieta en otoño con relajación porque consideran que en invierno "necesitamos más calorías que en verano". Es una creencia bastante extendida, pero totalmente falsa. En invierno, al estar más 'tapados' por la ropa, es frecuente descuidar nuestra dieta y dejar que los kilos que nos sobran se asienten en nuestro organismo. La mayoría de la gente se alarma cuando comienza el buen tiempo. ¿Por qué no te cuidas todo el año? Así el cambio de hábitos no será tan radical.

Tampoco abuses de los alimentos bajos en grasas o light, porque no siempre reducen su contenido calórico. Muchas veces en estos productos se eliminan los azúcares, pero se añaden otro tipo de edulcorantes que pueden elevar igualmente su aporte energético. Lee bien la información nutricional del producto antes de considerarlo la panacea de tu dieta.


De lo que sí podrás abusar es de los lácteos desnatados. Sobre todo en las mujeres adultas, la provisión de calcio es fundamental para evitar la osteoporosis, por eso es esencial que no falten la leche o el yogur. Los productos desnatados aportan todo el calcio de la leche, pero eliminando las grasas de su composición. En cambio, deberás comer queso con mucho cuidado, y sólo podrás disfrutarlo regularmente si es queso fresco, porque es el más ligero. También deberás reducir la cantidad de la nata y la mantequilla que usas en la cocina.

-No te sacrifiques
Es normal que al llegar de vacaciones hayas ganado algunos kilos de más. Llevas todo el año trabajando y te mereces disfrutar de los helados, las barbacoas, las cenas en compañía de los amigos. Pero al volver a casa no pierdas el norte. Si para ti es un auténtico sacrificio dejar de comer dulces, no hace falta que los excluyas radicalmente de tu dieta, con la consiguiente frustración y ansiedad que esto supone. Es mejor permitirse una pequeña salvedad a la semana o controlar adecuadamente las cantidades.

Otro error frecuente es cortar radicalmente el suministro de calorías al cuerpo. En estos casos, al principio se pierden cantidades importantes de peso, pero luego el organismo se estanca. A veces estos cambios drásticos son contraproducentes porque el metabolismo reacciona ante la falta de nutrientes y utiliza menos calorías para funcionar, lo que te impide bajar efectivamente de peso.


Come con frecuencia pocas cantidades al día, opta por alimentos sanos y frescos, reduce las calorías poco a poco (una semana 100, la siguiente otras 100, hasta llegar a tu dieta de mantenimiento habitual) y haz algo de ejercicio que te ayude a consumir energía. Nunca te desanimes y sé constante. En poco tiempo verás cómo obtienes los resultados que esperabas.

Antes de que hagas dramas o tomes medidas drásticas, primero piensa que lo mejor en estos casos es mentalizarte progresivamente de que, si deseas tener un peso sano y disfrutar de una dieta equilibrada, tendrás que volver a los pequeños sacrificios. Pero empieza poco a poco, sin cambios radicales. Así permitirás que tanto tu cuerpo como tu mente se adapten a la temida vuelta al trabajo y al fin de las vacaciones.

Redacción/Facilismo.com

Reportajes recomendados:

Una dieta equilibrada todo el año
Errores más comunes en las dietas
Claves para comer sano

CONSEJO DE LUNA SERENA.

No te agobies por perder peso, ni te obsesiones con ello.
Solo cuídate. Excluye de tu dieta las grasas, usa aceite de oliva para cocinar.
Cocina a la planta o hervido. Permitiéndote una vez a la semana tu plato preferido aunque tenga algo más de grasa.
Prefiere el pescado, pollo, pavo, huevos hervidos a carnes + grasas.
Come abundantes ensaladas y verduras hervidas cada día.
Come legumbres por lo menos dos veces a la semana, no le incorpores demasiadas grasas. Prefiere un buen sofrito con aceite de oliva al tocino, hueso de jamón...
Aunque yo os diré que cuando los hago me permito el lujo de echar un chorizo y una morcilla pequeña de vez en cuando. Esto hace que no te aburras del potaje.
Aunque un buen sofrito con verduras también hace las delicias de este tipo de plato.

Consume Yogures desnatados, leche semi o desnatada. Alimentos frescos y si puedes ecológicos o que te garanticen una cierta calidad.

Come dos o tres piezas de fruta diarias.

No bebas alcohol, este además de hacer que no seas tú con todas sus consecuencias, tiene muchas calorías, ademas del perjuicio hacia tu salud.

No te olvides de hacer algo de ejercicio. El que más te agrade. Si no te gusta puedes hacer una cosa.
Compraté una bici estática y mientras haces media hora o tres cuartos de hora, dependiendo del tiempo que tengas, ponte música, el ordenador con vídeos que te agraden o la televisión. Cuando hallas acabado, habrás terminado sin darte cuenta.

Práctica yoga o meditación.
Aunque sea diez minutos o un cuarto de hora. Ademas de mantener, huesos, articulaciones, órganos en debidas condiciones te ayudara a estar tranquilo en tu vida diaria. Haciendo desaparecer o controlar la ansiedad. Cambiando tu vida mucho. Para bien, ya que disminuyes, elimina o controlas el estrés.

Y no olvides...

TU SIEMPRE SERAS UN SER BELLO, PERO DENTRO DE ELLO, DEBES CUIDARTE. ADEMAS DE CUIDAR LO QUE DICES Y HACES. ESTO TE AYUDARA A CONSEGUIR UNA BUENA CALIDAD DE VIDA. EXTERIORIZÁNDOSE EN TU PERSONA.
PROCURA SIEMPRE NO MERMAR TU AURA BLANCA Y RESPLANDECIENTE QUE ES LA QUE TE OFRECE TU ATRACTIVO CON MALOS ACTOS Y PALABRAS. ESTOS NO SOLO DAÑAN A LA PERSONA QUE LOS RECIBE SINO A TI MISMO. maricmasi.

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LUNA SERENA.

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