Llantos interiores, que se fueron,
abandonados allí dónde alguien los acoja, para su transmute,
disueltos en el amor sereno,
que ahora me corresponde,
ese amor, que quizás, pocos sientan y vivan,
enlace desde el punto más interior de toda vida,
ese punto, que interior, tras interior, infinitos, nos derivan,
allí donde se inicio toda vida, señal de amor puro, fusionado, al Todo,
y ahí, me encuentro ahora yo, entendiendo,
tantas diferencias, tan diferente, que me siento extraña,
en un mundo maquiavélico, que solo busca su propia fusión, para su propio beneficio,
cambiando, entendiendo y en ello haciendo, solo el yo, y ahora quiero.
Un mundo en el cual, esencial, me encuentro extraña,
porque es mucho más...
es,
estar incorporada en la esencia de la vida,
sin más pensamientos, sin más retrocesos, que amar,
sin ejercer daño a nadie,
ya que amar, cuando se ama, el daño, no existe,
y así me siento, extraña.
Montse Cobas.
Montse Cobas.
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