
Desde las Estrellas a la Tierra, un viaje interestelar.
Cuándo observo desde mi posición estelar, las estrellas, un flujo energético se realiza en mí, junto al magma de la Fuente y de las estrellas sutiles que me acompañan. Es mi posición de orden, y de visualización, encuentro todo en ello, y observo, mi viaje a la Tierra.
Ese cuándo nací, en un trayecto humano, con enigmas, desconocedores en gran magnitud, sabiendo que algo falla, atrayéndote todo lo que es el medio natural, Madre Tierra, ciencias, y el Universo, esa mirada hacia el cielo, mirando, y viendo su grandeza, sin saber, hasta que punto pertenecía, pertenecemos a él.
Y ahí en ese ahincó, en esa curiosidad, en esa intuición de pertenecer, y no pertenecer aquí, vamos viviendo la naturaleza humana, encontrándonos, con despechos, con sacrificios, y la dureza que ello conlleva muchas veces vivir en ésta hermosa Tierra. Y examinas, creces, evolucionando, aprendiendo, buscando, no sabes qué, sin embargo sabes que hay algo más, mucho más. Y aprendes, a salir del atolladero en el que muchas veces nos vemos envueltos, empieza la búsqueda de salir de ahí, ese lugar, en el cuál la oscuridad es casi plena, sin saber porqué, qué es lo que falla. Son movimientos intrínsecos, que derivan, derivan, a lo que tu naturaleza le pertenece, y a partir de esa inquietud empieza a surgir, poco a poco, herida de múltiples formas, empiezas a recomponerte, te ayudan desde el lugar al cuál perteneces, y aún no lo sabes, un cuerpo inhabilitado, qué poco a poco se reconstruye, sino en su totalidad, sí en su mayor parte, aprendiendo también, a saber localizar y superar cada momento que se nos presenta, en nuestro estado físico, emocional, mental, y de la vida en este lugar. La Madre Tierra. Lugar sagrado a restaurar.
Y desde ahí desde ese punto estelar, te das cuenta, qué ha sido un sacrifico innato, que nos ha derivado al hoy, a lo que somos, parece ser, un aprendizaje que va con, y en nosotros, una superación para hacerte cada vez más fuerte, abriéndote a nuevos caminos, caminos no imaginados, sin embargo se hallan, en nuestra vertiente de vida, qué no pudo ser de otra manera, y que el sacrifico viene determinado por lo que hemos venido ha realizar, la sujeción del Alma, en ambos lados, sin embargo, pertenecemos dónde pertenecemos, y aunque estamos aquí en la Tierra, la mayor parte de lo que somos, y es, allá un lugar estelar, propio, cómo una estrella que brilla inmensamente, alumbrando para que los demás no se pierdan de un camino propio de subsistencia, haciendo más leve éste, procurando que el sacrificio de estos sea menor, ayudándolos a encontrarse, ahí a dónde verdaderamente pertenecen y no lo saben, y de ahí un padecimiento innato que desaparece en gran parte, una estrella, que ve, y orienta, a quiénes la ven.
Por Montserrrat Cobas.
Y observas, que es innato, qué no has vivido una vida humana plena, porque así ha tenido que ser.
Te pertenece, perteneces.
Vivir, inmensamente, desde la inmensidad.
Un Rayo De Luz.
De Sujeción.

Poder sobrevivir
La Purificación ha empezado.

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