Estamos en un tiempo de conocimiento intrínseco, y cierto, acercándonos más a la verdad, la vista objetivamente y la qué no queremos o no podemos ver.
Es la misericordia de Dios en nuestro interior la qué se apiadara en nosotros, y a la vez de los demás.
Nada es intransigente ni pasivo, todo se mueve y lleva a algún lugar.
Todo lleva a algún tipo de movimiento qué nos acercará cada vez a la realidad y lo objetivo.
Por Montse Cobas.
Comentarios