Qué podríamos compartir hoy, tan sólo el silencio interno qué da la sensación de lo qué estamos viviendo todos, sin embargo, es necesario neutralizarlo, sentir en nuestro interior, lo qué sentimos, realmente aunque lo pareciere, ninguno está solo, pues todos somos influenciados, de ese sentir en diversas formas, valientes, tenemos qué ser y fuertes, gestionando y atendiendo todo lo qué se crea en él desde lo externo, haciendo por sentirnos mejor, por solucionar o mejorar todo lo qué en alguna forma nos desestabiliza.
Pero, aquí estamos, con esa percepción interna qué proviene de este todo inmenso dónde estamos integrados, diferente a años pasados, con diferentes escala de vibración o fuerza, nuestras células lo perciben, lógicamente, muchos no son conscientes, sólo sienten cómo ansiedad, nerviosismo, pero es algo más, el qué....?
Es, la gran incógnita, podemos deducir, percibir, sentir, intuir, pero, la realidad sólo está en el origen, de quien o qué lo origina, con qué fin, qué finalidad, a qué nos llevara?
Eso, cómo siempre sólo el tiempo dará la información a través de los sucesos que se vayan dando, las consecuencias, quién sabe, ¿nadie? o pocos, sólo lo qué estamos viviendo en el aquí y ahora, sin respuestas, con pocas.
Sintiendo.
Namasté.
Por eso lo ideal sería ser bondadosos, los unos con los otros, no hay separación evidente, sólo de apariencia, unidos, entendiéndonos, respetando porqué al fin y al cabo, todos, pero, todos, el pueblo, aunque parezca qué exista una diferencia, estamos viviendo lo mismo pero de diferente manera, según lo elegido, según nuestra naturaleza, según nuestra actitud y fuerza.
Bondad y compasión.
✨💛✨
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