Quién quisiera ver, quién quisiera no hacerlo, pero la realidad nos lleva a realizarlo, y entonces podemos sentirnos indispuestos, con sensación desagradable, con emociones qué surgen de la nada, sin embargo, es, y se encuentra, se allá una nueva verdad y ante ello descontento y reacción, control activado para saber ejercer mejor y reaccionar mejor, llevándonos al cometido de obrar bien.
Al final de tanto, qué dan los años, se encuentra ese espacio interior, neutro, qué fluye desde la paz, la tranquilidad de uno, emerge después de mucho trabajo propio interno, queriendo estar bien, lo mejor, y saber y poder estar en paz, esa paz qué sólo trae la tranquilidad de no haber podido hacer mal porqué no entraba en nuestra mente ni corazón, qué lo realizado se ha hecho con el mejor propósito y esfuerzo por lograrlo, poniendo todo de una, y así magníficos resultados, aún cuesten o hayan costado, saberlo, ya nos da lugar al éxito propio qué viene de nosotros, de nuestro profundo, qué aparece en el mejor momento y tiempo, tras mucho pasado, realizado y vivido, y aquí estamos, observantes, observando....una nueva realidad, después de muchas, sólo paz en nuestros corazones, nos llevan a nuestros mejores incentivos y logros.
por Montse Cobas.
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