Escuchando y observando por un momento el siguiente vídeo.
Es un momento de quietud, buscado y de un rato,
el qué me lleva a sentir y observar, ir a mi interior,
y allí, me instauro.
Al momento me sereno, los sonidos naturales de la Madre Naturaleza,
me ayudan, me acomodan dónde realmente estamos.
Veo el fluir o no fluir de mi energía interna,
la qué todos tenemos y pocos la tienen en cuenta,
ni siquiera lo saben, ni ven, no la sienten, sin embargo,
se traduce en malestares, en congojas y ansiedades,
dolores provenientes, de ahí, de tiempo, no atendido.
El cantar de los pajarillos me ayudan a removerla, observando cómo poco a poco se disuelve, se transmuta y se recompone.
Las notas musicales marcan al compas del conjunto integrado,
deshaciendo lo mal logrado.
Percibo mi energía y la del todo con un mismo fin, recomponernos.
Es el todo qué siempre nos acompaña, olvidado y desatendido,
no sentido, pero...
qué en momentos aprendidos o enseñados,
nuestra historia nos domina recordándonos qué algo más necesitamos,
y en nuestra soledad nos recuerda, ante el silencio permitido,
qué en ella nos permite sentir y ver lo qué no se ve a siempre vista sino lo logras.
Logrando tu serenidad y sanación buscada.
Es, el medio, es el silencio, somos nosotros, indagando, qué nos beneficio y qué no.
Encontrado y subsanando.
Amigando y sosteniéndonos con nosotros mismos.
Tan necesario.
Así qué, escucha,
escúchate y percibe el conjunto natural y en Él encontraras,
lo no hallado.
Y, tan.
Necesario.
Por Montse Cobas.
Comentarios