Me encanta el sonido del aire a través de mi ventana entreabierta,
me recuerda, me renombra, la montaña,
lo verde, la armonía.
Suma belleza.
Resurgiendo la melancolía y es cómo sí me dijera, pasa, todo pasa.
Recogimiento en ti y con el medio, seda.
Te lleva hacia adentro, a recordar, lo qué se hallaba dormido.
Son momentos de rememorar tranquilos.
Y fluye, y deja, dejar ir.
Y acompaña, y deja estar...sucumbiendo.
Hasta qué pasa, todo pasa.
El recuerdo.
Qué se va diluyendo.
Desapareciendo.
El aire, su susurro, saca, lleva y desaparece.
Cómo todo lo hace.
Son recuerdos qué languidecen.
Por Montse Cobas.
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