Tú, Yo, nos conocemos, quizás, no, pero en realidad sí, sí puedes ser capaz de integrar recordando todos tus malestares en ti, todos tus padecimientos, muy probablemente ya superados, cómo parte probable del otro, circunstancial o no, observando qué todos de una manera o otra pasamos por diversas vivencias y dificultades, en este momento o en otros, por lo tanto la bondad y la comprensión de que cada uno vivimos lo qué tenemos qué vivir, en base a nuestro proceso, un proceso qué es más tardío o más temprano, la dificultad del vivir, la experiencia, la llevamos dentro , percibiendo y siendo bondadosos en inmensidad, ya qué hoy me toca a mi, pero mañana te puede tocar a ti, teniendo diferentes procesos, pero únicos y el mismo a lo largo de la existencia, y en cada uno de ellos, nos podemos, sí encontrar, y reconocer, al ver, quizás, sí se tiene la capacidad de hacerlo, qué lo qué estás pasando tu, yo ya lo pase y por eso te entiendo, y sino ha sido así, sabiendo qué mañana me puede tocar a mi, y por lo tanto, agilizar y no dificultar, sin hacerlo más difícil, supone mayor fluidez y más rápido el aprendizaje, con lo qué lleva otro estado emocional, mucho más superable, y con menor dolor, entendiéndolo no solo se ayuda al otro, sino a uno mismo, evitando daños correlacionados. Un padecimiento propio y extensivo. Innecesario y alargado en el tiempo en ocasiones.
Y debemos seguir cada uno en su proceso, quizás, algún día nos encontremos, y lo haremos en bondad y en armonía, pudiendo así ser uno de los mejores encuentros de nuestra existencia.
Gracias.
Nos habremos reconocido desde el amor, uno de los plenos estados evolutivos, grados superiores.
Habremos llegado a ese punto igual de reconocimiento y de la existencia.
Pero, ya, desde diferentes existencias, diferentes planos, en el cuál se realizara el encuentro en uno sólo, viajes en el tiempo.
Montse Cobas.
Comentarios