Las personas de noble corazón o buenas personas, a veces, muchas veces cuándo observan situaciones injustas, malévolas hacia otras, cuándo a alguien les pasa algo abrupto o malo, se entristecen, pero hay qué ver, qué en ocasiones, y digo en ocasiones, no en todas, esas personas han elegido un camino, realizando actitudes o actos malignos hacia otros sin importarles, eso mismo es lo qué les ha podido derivar a la situación ingrata, entonces, dentro de la tristeza o sentirnos mal por lo qué les está ocurriendo, debemos soltar ese sentimiento, porque en cierta forma lo eligieron.
Bendiciones a todos, pero por sobre todo a los qué se encuentran viviéndolo, porqué es cuándo más las necesitan.
Fuerza. La fuerza qué muchas veces han requerido sus victimas, padeciendo mucho dolor, mucho afán de superación para los qué han podido y a veces de por vida.
Es un tema qué no se suele comentar o hablar mucho, pero es algo qué sucede en demasiadas ocasiones, porque en las relaciones humanas nos podemos encontrar de todo, y no siempre se pueden evitar daños. Son los qué son y en el momento qué fue.
La inexperiencia, la buena fe, la bondad hacia los demás, las circunstancias, el momento, la edad, la casualidad qué siempre tiene un fin posterior loable o maquiavélico presente o futuro, siempre de aprendizaje, para ambas partes o para uno, lleva a ello. La confianza, e incluso la prudencia de los afectados.
Y porqué se esconde, no se menciona?
Porqué el qué daña no lo va ha decir, todo lo contrario, además de otros motivos.
Y el qué lo sufre, normalmente por vergüenza, trauma, bloqueo por la situación sufrida, etc.
Y así vamos. Porqué en el bombo están todas las bolas, por lo tanto nadie esta exento de pasar ciertas situaciones y vivencias. La intuición, la percepción, la observación y el decidir a tiempo puede evitarlo, pero es difícil por la forma inesperada e impensable en la qué suele presentarse.
Buenos días y reitero bendiciones a todos.
Siempre hay situaciones qué nos pueden hacer reflexionar y hacer ver, qué todo deriva y tiene un motivo. Nos guste o no.
Por Montse Cobas.
Los hilos esenciales, conductores inexplicables qué se mueven.
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