En tiempos difíciles por diversas circunstancias, podemos sentirnos solos, qué no quiere decir qué lo estemos, sin embargo en ese o esos episodios, seguimos creciendo, seguimos teniendo gente alrededor, y diversos momentos qué se pueden aglutinar en ese estado.
El mundo y la vida sigue, cada uno con su estado caótico, problemático, o no, toca cuándo toca debiendo salir de ese estado y saber hacerlo con los medios qué podamos disponer, siendo únicos desplazando nuestra fuerza para dicho cometido, qué a veces pareciere qué no tenemos, sin embargo nada más lejos de la realidad, resurgir de las cenizas las veces qué haga falta es indispensable y es el arrojo interior qué disponemos, predominando el ser, apareciendo en muchas ocasiones las buenas ayudas qué estemos dispuestos a acoger, y qué podamos ver, permitiéndonos aprender y saber más a lo largo de este recorrido, conociendo y amando a grandes personas, muchas veces sin saberlo, agradecimiento, qué por dicha etapa surgieron.
Aún en esa soledad intrínseca podemos observar la belleza del medio qué siempre esta, sólo qué a veces en esos contratiempos de la vida, podemos no verlo, pero mirad la foto, cuánta belleza, en el todo existe.
Cuándo lo anterior ocurre sólo deja ver cuánta belleza... existe en quién lo pasa, son pruebas, qué Dios, La Existencia nos pone.....
Dejando ver quién se integra o no a su estado.
El nuevo mundo viene dado por parte de lo existencial, se trata de integración.
Por Montse Cobas T.
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