Las personas, o hay personas qué juzgan las unas a las otras sin comprender qué el libre albedrio existe, y qué cada uno es diferente con diferentes necesidades y experiencias, a la vez qué todos estamos en desiguales procesos evolutivos, con lo qué nos suceden ciertas situaciones porqué debemos ver o aprender algo de ello, de todo sale todo, y de la nada nada sino le emitimos algo, una semilla, un conocimiento, un ser, una emoción qué nace o germina sola sino tiene la transformación en dos o tres, gemelos, trillizos....y de ello nacerá o germinara diferentes situaciones, formas, o aprendizajes, porque aún siendo de un mismo germen cada uno de los brotes serán diferentes, dirigiéndose para un lado o otro, no hay espacio para germinar en uno solo e igual dirección, por más de un motivo,... las esencias y energías distintas en distinto tiempo qué nos impregnan.
Respetar es entender qué el uno es único, y qué no todos sintonizamos por lo dicho anteriormente con todos, qué en la observación y el aprendizaje nos determina a accionar diferente, dentro de la diferencia qué somos, es un mundo qué nos da la oportunidad de transformarnos y transformar dentro de nuestras propias decisiones qué nacen de nuestro ser e interior, dentro de esa desigualdad de formas o naturaleza.
Somos uno en un todo primordial, pudiendo elegir dónde y cómo queremos vivir, existen infinitas posibilidades para todo discernimiento y elección, sólo debemos saber qué la posibilidad existe, y cuántas tenemos, y en ello analizar analizándonos qué es lo qué queremos para nosotros y en nuestra vida, e ir hacia nuestro propio propósito. Y estás están para todos, sólo qué muchos desconocen, no tienen la fuerza de voluntad o la propia voluntad para decidir y dirigirse a sus deseos primordiales y por naturaleza, o no quieren por los motivos qué sean, por comodidad, por miedo, hay, tantos motivos qué pueden ser el origen de qué una persona no logre lo qué quiere en su vida, o sus deseos, qué el juicio es malsano, incorrecto e involutivo.
Y estoy comentando del juicio qué conlleva hablar por hablar sin saber, sin tener en cuenta las consecuencias, es decir qué no está fuera de la ley, qué no reportan formas agresivas o qué tengan un riesgo importante para la vida del resto. Por maldad y alevosía.
Sin embargo, un mal juicio e incierto cuánto daño puede hacer a otro. En este mundo dispar. Pero desde el punto o característica energetica no queda indemne.
Tengamos todos un fantástico amanecer.
Namasté.
por Montse Cobas T.
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