El juzgar y el juicio.
Hay dos formas de hacerlo.
Positivamente y negativamente, con base o sin ella qué puede dar de igualmente un resultado, el ser neutro, sabiendo qué no se sabe en la mayoría de casos, al menos en cuánto cómo se sintió una persona para obrar de una forma o otra, qué motivación ejerció para su reacción, loable o no.
Hay tanto...
Qué mejor mantenerse al margen y no hacerlo, porque cuándo se hace incorrectamente se puede cometer diferentes circunstancias hacia sí mismo y hacia el juzgado y a veces incluso ante las personas relacionadas con uno y otro.
Estamos en un proceso, todos, de juicio final, pero no determinado por el ser humano, aunque a veces se intente o realice, sino ante la divinidad, el universo, qué es el qué en realidad lo sabe todo, nadie se libra de su mano, sólo los qué escogieron el otro lado y estando cargados de su energía y resultados en él se queda con todas sus consecuencias.
Creerse Dios en Acción, es ejercer en su esencia, actuar bien, o lo mejor qué se pueda, sin ninguna mala intención, y en beneficencia hacia uno mismo y hacia el otro, sin dejarse idolatrar o maltratar, en éste episodio hay qué también aprender a hacerlo y gestionarlo.
La beneficencia comienza por uno mismo, en este planeta Tierra, al cuál hemos aprendido a aprender, en su sistema y diferentes posibilidades y formas, habituándonos y buscando lo correcto a nosotros.
Por Montse Cobas T.
Definición de la palabra "beneficencia" viene del latín beneficentia y significa "cualidad del que hace bien".
La beneficencia es la virtud de hacer bien.
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