Y cómo llueve, es la utopía de la vida.
La que enseña y deja ver.
Lo qué hay y no sabíamos, sí lo supiéramos prueba superada y a por otro hacedor.
Es, cómo lo transitamos, lo asimilamos y lo superamos, dejándolo inscrito.
Todo sé hace en el libro de la existencia,
esa qué siempre se halla en el movimiento por muy pequeño qué sea.
Y cómo llueve, para recordar sus sensaciones,
sus motivos... Y los anhelos, esos qué se desean, lluvia.
Y viendo, hacia delante sus efectos.
Llueve, deseo anhelado, fructífero y qué nos recuerda su seña.
Esa qué existe, pues siempre se dio categóricamente.
Tiempo de discernimiento, relax y acomodó.
Llueve.
Por Montse Cobas T.
Todo se regocija.
Las Plantas, la Tierra, los Pajaritos, cantando.
Nuestro Ser se despeja. Ante el ánimo con el desánimo, resurge.
La lluvia en sí es magnífica.
De magnanimidad.
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