🤍
La calma interna se restablece, tras el reajuste del propio tiempo, tantas miras con valor, el qué propiamente le damos, con acciones.
No hay pérdida de tiempo, hay el amor y las bienaventuranzas qué sé pone en todo, aunque no se vea, no lo vean, no lo entiendan, sólo una sabe, lo qué hay interiormente nuestro, y ello lo sacamos, a veces, sutilmente, y lo damos sin más, ese amor bendito qué tenemos, somos, esa esencia innata, gratificante, cuándo se recuerda, aunque no se reciba lo mismo, aún decepciones, pero sabemos, no hay nada nuevo, dar, sin más, eludiendo lo ingrato, recordándonos lo existente, simplemente con un cometido, qué cada uno sabremos, deberemos saber, pero con amor, siempre con él, aún nos liberemos.
Por Montse Cobas T.
Comentarios