La magia del mundo espiritual, es inmensa cuándo te estableces en él, son tiempos internos qué aprendiendo puedes establecerlo en el día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, es integrarte y saberlo hacer en ese mundo establecido del cuál poco se sabe, poco se habla, pero qué ahora poco a poco se establece, pues es la magia la qué llega para quedarse, para servir para vivir para sentir en cada tiempo, un tiempo qué se rememora, se recuerda en origen, por eso una vez lo descubres ya no quieres dejarlo, lo trabajas día a día para así poder sobrevivir sin mayor recargo, sin mayor sacrificio, disimularlo, disminuirlo, solventarlo, ganando en cada tiempo recuperado. La magia del mundo espiritual se siente. Y restablecerse en él, amoldarse, cuesta pues es esa misma vida, y la existencia qué hemos añadido por eones, por siglos la qué hemos de disolver para el amolde. Recuperándola asiéndonos a la existencia misma, volviendo a ella en estado natural, en estado puro. Fluidificación y
Entra en un mundo real. La otra realidad.